El bienestar animal es la preocupación sobre la calidad de vida que experimentan los animales bajo control humano, en particular aquellos que son criados con fines agroalimentarios.
Julián Donoso
Mánager de desarrollo
24/10/2024
El bienestar animal contribuye a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular: salud y bienestar (ODS3), promover la industrialización sostenible (ODS 9), producción y consumo responsables (ODS12), acción por el clima (ODS 13), vida submarina (ODS14) y vida de ecosistemas terrestres (ODS 15). Además, las alianzas intersectoriales (ODS17) son esenciales para generar avances.
El bienestar animal es la preocupación sobre la calidad de vida que experimentan los animales bajo control humano, en particular aquellos que son criados con fines agroalimentarios. Cada año, a billones de animales se les niegan aspectos esenciales de la vida: son hacinados en espacios donde no pueden moverse libremente, pisar suelo limpio, respirar aire fresco, o incluso dormir en paz. En última instancia, sus vidas terminan de una forma violenta, y a menudo dolorosa. La preocupación de las personas por la procedencia del alimento que consumen, las consideraciones científicas que cuestionan la producción animal actual, y la ética que descarta el sufrimiento animal como una práctica aceptable, hacen necesario un nuevo paradigma de producción sostenible. Un sistema alimentario libre de ganadería intensiva que sea garante del bienestar animal, y que afecte de manera positiva la salud de las personas, el desarrollo socioeconómico y la protección del planeta.
Las prácticas de bienestar animal disminuyen los riesgos para la salud animal y humana, como la resistencia a los antimicrobianos. Al reducir el hacinamiento, por ejemplo, se reduce la carga de las enfermedades, las lesiones y las infecciones posteriores. En última instancia, una preocupación por el bienestar animal permite disminuir la necesidad de recurrir a distintos tratamientos, incluidos los antimicrobianos.
El respeto a los animales fomenta la empatía y la compasión en los individuos y las comunidades, contribuyendo a una salud mental y un bienestar social positivos. Mejorar el entorno para los animales significa mejorar también el entorno para productores, trabajadores de los mataderos, los demás actores de la producción animal y las localidades donde se ubican las granjas.
Para el consumidor actual, la calidad de un producto suele ir más allá de la calidad y características nutricionales. Las personas son más reflexivas para consumir y exigen información sobre las condiciones de crianza, transporte y sacrificio de los animales de los que se alimenta. La decisión de compra depende de aspectos tan sensibles como la ética personal, percepciones y creencias. La demanda de prácticas que garanticen el bienestar de los animales son determinantes para la sostenibilidad y la creación de una nueva relación entre la sociedad y los animales.
La descomposición de residuos de origen orgánico - purines - emiten gases contaminantes como el metano, el amoniaco y el óxido nitroso, gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático. Además, los desechos pueden acabar contaminando el suelo y los acuíferos. Las poblaciones donde se localizan estas instalaciones ven aire, tierra y agua contaminadas. El fin de las macrogranjas, principal fuente de sufrimiento animal, tiene efectos positivos sobre el entorno natural y el clima.
Para maximizar beneficios, se crían peces en acuicultura con altas densidades de población, altas tasas de mortalidad antes del sacrificio, y a menudo se sacrifican sin aturdimiento previo, lo que les causa un enorme sufrimiento. La acuicultura contamina con desechos de pescado y productos químicos, causando pérdida de biodiversidad, y enfermedades. Además requiere piensos elaborados a partir de peces, que por otro lado podrían destinarse al consumo humano, lo que provoca sobrepesca de otras especies. Las reflexiones del sector sobre el bienestar animal marcarán el paso hacia la sostenibilidad, lejos de las prácticas actuales.
Contigo multiplicamos el impacto
El bienestar animal es una responsabilidad compartida entre gobiernos, sociedad civil, las personas que interactúan con animales, el público en general, las instituciones educativas, veterinarios y científicos. El reconocimiento mutuo y el compromiso constructivo entre todas las partes son factores indispensables para lograr mejoras. Las empresas tienen la oportunidad de participar en la construcción de un nuevo modelo sostenible de relacionarnos con el entorno, y liderar iniciativas en pos de ese objetivo.
Queremos ayudar a tu empresa a cumplir con el compromiso de hacer de este mundo un lugar mejor. Estamos a tu disposición para resolver cualquier petición:
julian.donoso@observatoriodebienestaranimal.org