Bienestar animal: oportunidad de liderazgo para el sector privado

La cantidad de animales destinada al consumo humano es enorme. A pesar del elevado número y el sufrimiento al que están expuestos, las organizaciones que abogan por el bienestar de animales de granja apenas reciben donaciones o apoyo institucional. Los consumidores, sin embargo, son sensibles y prefieren consumir productos que no implique sufrimiento animal. En este escenario, el sector privado tiene una oportunidad de liderazgo en acciones que repercutan en el bienestar de millones de animales.

Cada año 70 mil millones de animales terrestres se sacrifican para el consumo humano. Es una cifra que además viene en aumento desde los años 60. Si tomamos en cuenta el número de peces, la cifra se dispara a más de 160 mil millones; y si además le sumamos animales invertebrados, la cifra es 10 veces mayor.

Gran parte de estos animales debe padecer una vida de sufrimiento e incomodidad. Son hacinados en espacios reducidos que les impide moverse libremente, pisar suelo limpio, respirar aire fresco o incluso dormir en paz. En última instancia, sus vidas terminan a menudo de manera violenta y dolorosa.

Mucha gente asocia el sufrimiento animal sólo con los animales que ve en su vida cotidiana, como los animales de compañía. Y los animales de compañía realmente se ven expuestos a maltrato, pero son los animales de granja que sufren más, tanto en número como en grado.

En este contexto, no es sorprendente que la mayor parte de las donaciones y ayudas destinadas a animales - un 66% según Animal Advocacy - se destine a refugios de animales de compañía, mientras que sólo un 0,8% a organizaciones de animales de granja. Lo mismo ocurre con las subvenciones públicas, prácticamente en su totalidad orientadas a la protección de animales de compañía y la conservación de animales salvajes.

Sin embargo, sí nos importa el bienestar animal. Según una encuesta realizada por BEUC, organismo que agrupa a diversas organizaciones de consumidores europeas “buscamos que nuestros alimentos sean seguros y de calidad…, es decir, que cuenten con unas condiciones mínimas de bienestar animal”. La encuesta se hizo en 8 países de la Unión Europea, incluida España.  El resultado es revelador: 7 de cada 10 españoles le da mucha importancia al bienestar de los animales de granja.

Ante este escenario, ¿dónde están las oportunidades para el sector privado?

Éxito sobre un gran número de animales. Las campañas de bienestar pueden afectar a millones de animales. Estos cambios además de una diferencia para los animales directamente afectados ayudan a impulsar otros cambios positivos para los animales de otros ámbitos geográficos y aquellos que están por nacer.

Generar engagement de las personas en torno a la empresa. Clientes y empleados, cada vez más sensibilizados, aprecian la preocupación de las empresas por el bienestar animal; y para los consumidores puede convertirse en un factor determinante a la hora de elegir qué producto comprar.

Contribuir al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y compromisos de la empresa en términos de responsabilidad social corporativa (RSC/ ESG). EL bienestar animal contribuye de manera directa a los ODS Salud y bienestar (ODS 3), promover la industrialización sostenible (ODS 9), producción y consumo responsables (ODS 12), acción por el clima (ODS 13) y vida submarina (ODS 14) y las alianzas intersectoriales (ODS 17), que son esenciales para generar avances.