Conseguimos que las empresas eliminen las peores prácticas en su producción, provocamos cambios en las leyes actuales para que beneficien a los animales destinados al consumo, generamos conciencia social sobre lo inaceptable del sufrimiento animal y, lo más importante: entregamos resultados. Esto es un resumen básico, pero si sigues leyendo verás que los retos son lo nuestro.
Es probable que ya hayas llegado a esta conclusión pero te lo vamos a confesar igualmente: tenemos una fuerte obsesión por los resultados. Tanto es así, que hemos optimizado todo lo optimizable para que el número de animales beneficiados cada vez sea mucho mayor.
Contamos la verdad. No hay más. Si las cosas que publicamos no ocurrieran, no habría imágenes que publicar, ¿no? Como Observatorio de Bienestar Animal (OBA), nos parece importantísimo desvelar lo que pasa en la industria alimentaria y en las macrogranjas, y denunciar todo aquello que va en contra del bienestar de los animales, de la sostenibilidad y de la seguridad alimentaria.
Trabajamos incansablemente para influir en las políticas y normativas relacionadas con el bienestar animal. Los datos y las investigaciones científicas más recientes son nuestros principales aliados. En definitiva, hemos conseguido legislaciones nacionales como el Real Decreto de videovigilancia en mataderos, hemos ido a juicios contra macrogranjas (y los hemos ganado) y logramos cerrar lugares con prácticas horribles hacia los animales.
Y quien dice «colaboramos», dice «negociamos». Les hacemos ver los beneficios de respetar el bienestar de los animales y ponemos sobre la mesa la responsabilidad que tienen con respecto a los animales, el planeta y las personas consumidoras. No hay quien se resista a nuestros encantos.
Hasta aquí ha sido todo relativamente normal. Ahora es cuando empieza lo bueno. Como ya sabes, nuestro objetivo es revolucionar el bienestar animal y prohibir prácticas arcaicas en la ganadería industrial. Así que, tras estudiarlo mucho, tomamos la decisión más efectiva e inusual: trabajar por los animales más olvidados del sistema alimentario. Sí, sí, lo que oyes. Gallinas ponedoras, pollos de engorde y peces: los animales con los que casi nadie empatizaba (hasta ahora).
Los barrotes nunca fueron lo nuestro. Con nuestra iniciativa «Huevos de gallinas libres de jaula» colaboramos con los actores más importantes del sector avícola, la distribución y la restauración para llegar a acuerdos que hagan que las gallinas no sepan lo que son las jaulas.
El pollo es el animal terrestre más producido y consumido. Por eso exigimos a productores, supermercados y otras empresas alimentarias que adopten los estándares del Compromiso Europeo del Pollo (European Chicken Commitment / ECC). Queremos que el bienestar animal sea una prioridad en la industria avícola.
Los peces, esos grandes olvidados. Nos hemos adentrado en los océanos, o más bien en las piscifactorías, para asegurar una acuicultura realmente sostenible y que tenga en cuenta el bienestar animal. ¿Sabías que la mayor parte de los peces todavía son sacrificados sin aturdimiento previo? Millones de peces mueren lentamente asfixiados. UN HORROR.
Aquí te dejamos lo que hemos logrado siendo tan persistentes (porque lo somos). Si le das al botón de «Más info» te vas a encontrar datos totalmente inesperados. A veces tenemos que revisarlos numerosas veces porque no nos lo creemos. Estamos generando un impacto a gran escala en el sistema alimentario y en la sociedad. Y por qué no decirlo: nos llena de orgullo y satisfacción.